Recursos estratégicos: debemos asegurar el suministro y el manejo eficiente de recursos esenciales como el agua y la energía. En el caso del agua, avanzando hacia una transición de nuestra matriz hídrica. En cuanto a energía, privilegiando el uso de energías provenientes de fuentes renovables. Para esto, consideraremos las oportunidades de innovación, los impactos que esos recursos estratégicos producen en el medio ambiente y en las comunidades, los avances tecnológicos y los posibles cambios en las regulaciones.

Gestión ambiental y de biodiversidad: queremos continuar impulsando una gestión ambiental coherente con los compromisos de nuestras operaciones mineras. Procuramos proteger el medio ambiente y la biodiversidad, y también fomentar el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza para avanzar en la reducción de emisiones, en la adaptación al cambio climático y en la sostenibilidad general de las operaciones.

Integración de grupos de interés: debemos seguir incorporando a los grupos de interés –con énfasis en nuestra gobernanza, nuestros trabajadores, contratistas, proveedores y comunidades– en el diseño, implementación y desarrollo de esta estrategia. Tenemos que identificar en conjunto iniciativas, programas y políticas públicas que permitan abordar los desafíos y capitalizar las oportunidades que genera el cambio climático de manera integral, y desarrollar una constante capacitación y sensibilización en torno del fenómeno.