Brazo Robótico

Desde su puesta en marcha, los brazos robóticos son testigos de la innovación que permite eliminar la exposición a riesgos de personas en el final del proceso en la planta de electro obtención:  una vez cosechados los cátodos de cobre, dos brazos robóticos los separan de las placas de acero inoxidable, en un proceso lineal en el que ejercen la misma función de una mano gigante: toman el cátodo prácticamente completo y lo despegan.

A este proceso se suma un tercer brazo, el encargado de tomar los cátodos despegados y apilarlos en paquetes de 60 unidades. En el caso de Antucoya, el tercer brazo toma los cátodos y los deposita en la posición exacta, uno sobre el otro, para armar el paquete. Además, este robot, de acuerdo a un ciclo preestablecido, permite tomar una placa para extraer muestras y luego regresarla al ciclo de empaque.